lunes, 20 de julio de 2009

Ventajas de la salida a bolsa

La bolsa, algo impredecible

Según decía Keynes, el origen de los ciclos bursátiles es irracional. En la economía, aunque por motivos muy distintos en cada ocasión, se puede hablar de ciclos, pero que muchas veces no se dan, de cada diez años. Sin embargo, en la Bolsa, es muy difícil predecir su evolución. En la mayoría de las ocasiones, es reflejo de lo que pasa en la economía, pero también suele anticiparse a los ciclos
económicos, si bien esta anticipación es cada vez más corta debido a que la información económica es cada vez mayor, y más actualizada.

Por todo ello, siendo fundamental cuando salir a bolsa, es en la mayoría de las ocasiones impredecible.

Salir a bolsa es una ventajosa alternativa de inversion en muchos casos

La salida a Bolsa proporciona, cuando se hace bien, pues en ocasiones los precios bajos no se corresponden con la salud financiera o el futuro de la empresa, una valoración objetiva y actualizada de la empresa, lo que, por una parte, posibilita el diseño de incentivos para empleados y directivos a través de planes de remuneración vinculados al precio de las acciones y, por otra, convierte a éstas en un instrumento de elevada liquidez, susceptible de ser ofrecido en operaciones financieras o como garantía en la negociación de préstamos.

La salida a Bolsa, comentan los expertos, da prestigio a la empresa, en tanto que se identifica como una garantía de solvencia, transparencia y perspectivas de futuro. La imagen de la empresa mejora por la continua publicidad que el mercado proporciona y que tiene su reflejo en los medios de comunicación, lo que es como una publicidad gratuita. Para algunos, especialmente en el caso de las empresas que producen bienes de consumo o servicios de uso generalizado, la Bolsa aumenta la publicidad y el grado de difusión de la marca, lo que puede implicar mayores ventas. En mi opinión, es un poco al contrario: la popularidad de ciertas marcas produce una salida a bolsa mucho mas sencilla.

La cotización en el mercado de valores suele ser el mecanismo para facilitar la venta de acciones a los inversores de private equity u otros posibles compradores que hubieran invertido en la empresa familiar para apoyar su desarrollo.

Otros expertos valoran especialmente que cotizar en Bolsa es una vía importane para proceder a la separación entre la propiedad y la gestión de la empresa, lo que reviste particular importancia en el caso de las empresas familiares, aunque se ha demostrado que esta es normalmente la más rentable, quizas por la relación dueño-gesotor. La salida a bolsa permite la institucionalización de la empresa, su desvinculación de la persona del fundador, lo que es, en ocasiones, pues no siempe es el caso, esencial para garantizar la continuidad y el éxito.

Entre las desventajas, se puede señalar el coste de material, tiempo y personal, que se pueden desgastar en la preparación de los procesos, así como las negociaciones y el control del regulador financiero y de la propia Bolsa. Por otro lado, un factor que no se puede desdeñar es el perverso efecto reputación de una mala salida a Bolsa que baje la cotización y ahuyente a los inversores.